En 1964 Aparecía la primera versión cinematográfica de Mary Poppins interpretada por Julie Andrews y que está basada en la saga de la escritora P.L. Travers. Un musical hecho por Disney el cual combinaba interacciones con dibujos animados y canciones extremadamente pegajosas. Ganador de 4 premios Óscar en 1965.

Para quien no conozca la historia, trata sobre unos niños londinenses y como llega a sus vidas una niñera encantadora, llena de sabiduría y sobre todo de magia. Cantan bailan y se divertirán junto con ella y su amigo deshollinador.

En esta secuela: Mary Poppins Returns dirigida por Rob Marshall (Memorias de una Geisha 2005) se ve a quienes en la primer película eran los niños Michael (ahora padre soltero) y Jane su hermana para ayudarlos a sobrellevar sus problemas económicos a través de su magia.

Emily Blunt (Un lugar en silencio 2018) se apropia del personaje y le pone su toque ofreciendo una renovada pero respetuosa visión de Mary Poppins con una personalidad más egocéntrica y exigente, no tan condescendiente. Y se agradece, porque el personaje que creó Travers siempre fue así pero Andrews le dio un tono demasiado dulce.

La película está llena de efectos especiales muy similares a los de la primera parte. Se respetaron ambientes y sobre todo el tono de la película, las animaciones, el tipo de musicales, etc. Fueron recreados a modo que el espectador, sabe que ese es el mundo de Mary Poppins.

Incluso se dice que fueron llamados algunos dibujantes que ya no estaban en Disney. Marshall quiso conservar inalterable el universo de Poppins y no se aventura más allá, sin embargo esta secuela reproduce muy bien aquellos ambientes. La película conserva muy bien el estilo de Mary Poppins. Además que Marshall ha realizado musicales, sabe lo que está haciendo.

Por su parte Lin Manuel Miranda es un cantante y actor que sabe ejecutar un musical a la perfección. Ha escrito canciones para películas y obras de teatro como Moana, In the Heights, The Schuyler Sisters, entre otras, así que sabe perfectamente cómo actuar en un musical.

Las canciones que se presentan en esta entrega, no superan a las anteriores, pero estas nuevas le dan una nueva identidad, un sentido de evolución. También existen cameos como el de Angela Lansbury y Dick Van Dyke que se aprecian mucho. El caso de Meryl Streep y su número musical, parecen sobrar. Pero es Meryl Streep.

En ocasiones la película llega a caer y se vuelve predecible, incluso detalles de guion que no tomaron en cuenta, ciertas ambigüedades rondan por ahí, pero saben sacarla adelante. Los musicales como cualquier obra son perfectibles sin embargo, Marshall sale bien librado en esta secuela de un clásico monumental.