Sin duda uno de los grandes autores del nuevo cine chino, Zhang Yimou ofrece una cinematografía única que busca estimular los sentidos a través de la exuberancia visual a otro nivel.
Quien no haya visto una película de Yimou se pierde, ante todo, de un espectáculo visual lleno de color, movimiento y composición que las hacen una verdadera obra de arte, ya que no escatima en los elementos que las componen, reflejo de una imaginación que concibe estética pura.
Rindiendo Homenaje a la cultura china y magnificando sus colores, sus ambientes, sus tradiciones, la solemnidad, la honorabilidad, pero también dejando ver la condición humana y enmarcando los sentimientos de los personajes en sus obras, con color, movimiento, matices, contrastes, composición, al igual que un artista lo plasma en una pintura.
Cada cuadro está diseñado de manera artística con la finalidad de estimular los sentidos, aquí, cada recurso visual le da al espectador esa chispa de asombro ante lo que está viendo, y es que los elementos que más destacan en su cinematografía son: el color, el diseño de producción, el amor por la naturaleza y una perfecta composición.
Como todo cineasta, ha ido perfeccionando y evolucionando conforme las técnicas se lo permiten, sin embargo desde Red Sorghum o Ju Dou se miran esos elementos increíblemente artísticos y una filmografía que lo llevarían a ganar el premio al mejor director en el festival de Cannes.
Color
Yimou tiene una fascinación por los colores azul, dorado y rojo principalmente, los verdes y negros también. Y los usa en gran medida para denotar ambientes, estados de ánimo, situaciones, etc. como en «Lanterne Rosse». El color es parte fundamental de su filmografía incluso dándonos claves de color para discernir entre líneas de su narrativa.
Cada color juega un papel importante dentro de la narrativa visual de sus obras. En «Hero» y en «House of the flying dagger» las cinemáticas de las peleas son sin duda muy bien acompañadas del color. Incluso algo que lo pone fuera de todos los demás directores, son los cambios de color en el ambiente, dándole una fuerza visual única a sus filmes.
Video – combate final en House of the flying daggers
Diseño de producción y de vestuario
El vestuario, las escenografías, los ambientes creados para sus filmes, tienen una calidad y un diseño impresionante siempre adecuadas con el entorno, que apoyan a la ambientación y verosimilitud a la historia. Yimou utiliza muy bien el recurso de los vestuarios de época para darle mayor poder a su filme como en «Curse of the Golden Flower»
Vestuarios sumamente ostentosos y opulentos que describen al pie de la letra la forma en que vivían los emperadores en China, así como las locaciones de una gran belleza como en «Hero»o «House of the flying dagger» adecuadas y adornadas de forma espectacular, aderezadas con encuadres panorámicos y movimientos de cámara para generar un deleite visual como en pocas obras cinematográficas
Naturaleza
En todos sus filmes existe una apreciación por la naturaleza ya que elige los mejores escenarios naturales que permitan abonar a la estética y darle fuerza a la historia con imágenes que capturan la eterna belleza de los paisajes de China explotandolos al máximo.
Los lagos, campos en invierno, bosques al caer el otoño son parte importante de las historias y escenas de combates y no sólo sirven de «background», sino que los personajes terminan interactuando con la naturaleza de una forma que en lo particular me recuerda a los principios de películas de Kurosawa con una cinemática rica en movimientos, tanto de personajes, elementos como el viento, lluvia, nieve, etc.
Sólo que Yimou lo lleva a otro nivel, realizando cambios en los colores del medio ambiente, como lo hace en «Hero» y en «House of the flying dagger»
El legado de una cinematografía exuberante
La técnica cinematográfica de Yimou ya ha dejado su huella en la historia del cine. Con un fondo filosófico lleno de color y composición excepcional ha querido dar una belleza peculiar a cada una de sus tomas, principalmente usando técnicas de iluminación natural, composición muy detallada y movimientos de cámara que nunca salen sobrando.
No es raro escuchar o leer reseñas que señalan que algunas de sus tomas parecen tomadas de pinturas, verdaderas obras de arte. Llevar las tomas cinematográficas a ese nivel como con las técnicas antiguas de pintura de las dinastías chinas no es algo fácil y Yimou lo ha conseguido, sin duda.
Revisando su filmografía podemos encontrar elementos como el viento, el fuego, agua, pero también naturaleza, mucha naturaleza como bosques, montañas, desiertos, lagos, que junto con los colores resaltados, los movimientos y encuadres, las tradiciones milenarias y la imperfecta condición humana convierten su filmografía en una verdadera cinemática de los sentidos, un platillo fílmico exquisito al paladar sensorial del ser humano.
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